Dumis

Saltines y Sodas Noel

En Antioquia se hacen arepas, y también galletas. Desde 1912 Pedro Vásquez Uribe, y un grupo de empresarios creó la Harinera Antioqueña con el fin de introducir la harina de trigo, en forma de arepas, al mercado. No debieron obtener los resultados planeados y se pusieron a elaborar galletas.

El uno de febrero de 1916, en una fábrica ubicada en Ayacucho, Vásquez Uribe y sus socios reunieron un capital de 1.000 pesos y a siete empleados bajo el aviso de la Fábrica Nacional de Galletas y Confites, hoy Compañía de Galletas Noel S.A.S.

Fernando Escobar Chavarriaga fue el primer gerente de la naciente compañía, y con él se lanzaron los primeros productos: galletas Suizas, Marías, Soda de Vainilla y Lu-Lu, junto a los dulces Papagayo. Las galletas rápidamente enamoraron a los consumidores por su toque de distinción y empaque de lujo; el navideño fue toda una novedad en los estantes. Dos años después los productos salieron de Antioquia en busca de expendios en Bogotá, Barranquilla, Cali y Manizales.

En 1925 la marca NOEL empezó a ser parte de la memoria de los colombianos gracias a un concurso público que buscaba darle a sus productos una identidad que fuera recordada por los consumidores. La ganadora del concurso fue Marcelina Ospina de Restrepo, quien recibió como premio 50 pesos y varias libras de galletas y confites.

En los primero años de la década de 1930, Noel lanzó al mercado sus galletas insignias: Sultana Noel – con motivo de la Navidad- y las galletas de la estrella amarilla, Saltines Noel, hoy Saltín Noel.

“Cómase una y se comerá diez” fue su slogan en los años 50. Hoy, casi 100 años después de su lanzamiento, su lema publicitario sigue actual. Hay cosas que no cambian.

 *Reservados todos los derechos. De acuerdo con las disposiciones vigentes sobre propiedad intelectual, podrán citarse fragmentos de esta página, caso en el cual deberá indicarse la fuente de la siguiente manera: Tomado de www.grutasimbolica.com siempre y cuando tales citas se hagan conforme a los usos honrados y en una medida justificada por el fin que se persiga, de tal manera que con ello no se efectúe una reproducción no autorizada de la obra citada.